Ahí tus huevos

Eran los comienzos de los ochenta como cada año en primavera el viento de NE soplaba con fuerza . Estábamos hablando y pensando como cada día cual era la formula magica que nos hiciera estar donde las mejores olas .Eramos tres en ese momento (Toño mi hermano,Mi gran amigo Jose Segovia y yo mismo) nos faltaba un viajero que pusiera veinte pavos para gasofa , enseguida se apunto el enorme Tony nunca mejor dicho . Montamos las planchas en la C 15 y salimos zumbando. Aquella furgo por la autopista se ponia a 160 y echaba tanto humo por el escape como por las ventanillas .Enseguida nos plantamos en la Ría de Avilés y nos dimos cuenta que los coches de los surferos se daban la vuelta. Nos preguntamos si era que no había olas, pero era improbable puesto que en Gijón estaba entrando bastante mar. Cuando llegamso al Espartal (San Juan) los coches de entonces accedían hasta la misma playa y cuando nos asomamos la primera imagen me quedó grabada para siempre. El tamaño de las olas era descomunal y el viento le pegaba perfecto y comentar que solo había una persona en el agua, que era nuestro amigo Salas que prácticamente estaba en altamar intentando coger alguno de esos cachones. Tardamos un plis plas en sacar los equipos y empezar a cambiarnos. Entramos bordeando el antiguo dique y tardamos mas o menos 30 minutos en remontar. El espectáculo dentro del agua era algo que no se nos olvidará nunca, unos paredones enormes que rompían con total perfección hacia la derecha. Recuerdo ver bajar a mis colegas enormes take-off y perderlos de vista. Yo cogí 3 olas, de aquella tenía un Pintail Shaun Thompson amarillo impresionante que corría por la pared como un obús.

Y ahora voy a contaros a propósito de que escribo esto. Entre medias de aquel sofoco y aquella tensión apareció otro surfero más. Era Íñigo Sierra que de aquella tenía 12 años. Era de los primeros hijos de surferos asturianos y un crack en el agua. Formaba parte del equipo de competición de More Surf y la de la foto era su tabla. Nosotros nos miramos unos a otros como diciendo: ¡Este guaje se va a matar! Pero aguantó la sesión como un campeón. No cogió ninguna ola, pero remó muchas y justo cuando estaba a punto de saltar nosotros veíamos que se cortaba (más de 3 metros surferos)  pero volvía otra y volvía a remarla. Éste surfero que siempre estará formando parte de la historia de La 10 se mató 2 años más tarde en una  mala caída en moto. Sirva éste escrito de homenaje para él, su familia y amigos. AHÍ TUS HUEVOS